Queso Fresco. Hágalo usted mismo

Mi abuelita Vita vendía leche y hacía queso. A las seis de la mañana llegaba la leche del rancho, y mi abuelita sacaba su “litro”—un traste abollado y plateado de peltre—lista para vender. Se ponía enfrente de su casa en su mesa vieja con un mantel verde y flores naranja, metía todo el brazo al tanque y sacaba la leche. Sus manos con pecas cubiertas de blanco. Me acuerdo una día se retraso en llegar la leche, y mi abuelita tenía a carcajadas a toda la clientela. No me gustaba la leche bronca, diría mi papá que era niña sam’s. Pero el queso, el queso sí me gustaba, asado en el sartén con una tortillita calientita, recién hecha. Mi abuelita, la experta en darnos de comer.

—Abuelita, ¿cómo hago queso?

—Sólo échale el cuajo, esperas a que se corte la leche, lo cuelas, exprimes, y lo guindas. Así sus instrucciones.

Aquí las mías. Con leche pasteurizada, vinagre de manzana y limón—porque vivo en DC y en dónde voy a conseguir leche bronca y cuajo.

 Ingredientes

1 litro de leche

1 cucharadita y media de vinagre blanco o vinagre de manzana

1 cucharada de jugo de limón recién exprimido

1 cucharada de sal o más al gusto

1 trapo/tela para hacer queso

Método

1. Calienta la leche en una olla y rodéala constantemente hasta que empiece un pequeño burbujeo alrededor de la olla pero no dejes que hierva completamente.
2. Apaga el fuego y continua agitando la leche hasta que las burbujas desaparezcan. Añade el jugo de limón y el vinagre muy despacio y continúa agitando en una sola dirección.
3. La leche se va a cortar casi inmediatamente. Se forman los pedacitos de queso y se separa del suero de la leche.
4. Pasa el suero y la cuajada por una tela de queso y exprímelo lo mejor posible. Añade un poco de sal a la cuajada, amasa el queso y pasa el queso a un contenedor.

Listo! El queso está listo para comer o para ser refrigerado. Dura más o menos una semana.